Las bajas temperaturas del invierno hacen que la piel pueda estar más sensibilizada sobre todo en zonas como mejillas, orejas, labios y manos, con menos glándulas sebáceas y con una circulación terminal que las hace más sensibles al frío pero siempre se puede prevenir con unas pautas que nos ayuden a mejorar la salud de nuestra piel, el mayor órgano del cuerpo humano.
2.-En el rostro aplicar a diario una protección solar con un factor de protección alto ( 30 en adelante) cada dos o tres horas. No hay que olvidar que en invierno también sufrimos el efecto de la radiación UV, máxime en zonas de nieve donde por efecto del reflejo solar.
3.-Especial cuidado hay que tener con las manos, aplicar crema hidratante varias veces al día y usar guantes para protegernos del frío.
4.-Los labios son especialmente vulnerables a la deshidratación, con aparición de descamación y grietas. Es importante aplicar vaselina, con frecuencia varias veces al día o bien cremas hidratantes labiales y si llevan protector solar mejor. Es desaconsejable humedecerse los labios con frecuencia, la saliva tiene escaso poder hidratante y puede empeorar la deshidratación del labio.
5.-La higiene es importante, el uso de limpiadores suaves y neutros favorece la hidratación y evitar agresiones a nuestra piel.
6.-Evitar los cambios bruscos de temperatura, sobre todo en pacientes con una piel sensible o intolerante.
7.-Evitar la sequedad del ambiente con humidificadores en las habitaciones con demasiada calefacción.
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