omega 3

Los ácidos grasos Omega-3 son un tipo de grasa poliinsaturada que juega un papel crucial en la función celular, el corazón y la salud mental, y en la reducción de la inflamación. Hay dos tipos principales de omega-3: cadena corta y cadena larga.

Los ácidos grasos Omega-3 incluyen el ácido alfa-linolénico de cadena corta (ALA) y el ácido eicosapentaenoico de cadena larga (EPA) y el ácido docosahexaenoico (DHA). Los omega-3 de cadena larga juegan un papel clave en la salud de la membrana celular, reduciendo la inflamación, apoyando la salud del corazón y previniendo enfermedades crónicas como la diabetes, la artritis y el cáncer.

El consumo de omega-3, especialmente las formas de cadena larga, está relacionado con varios beneficios para la salud, incluyendo una mejor salud del corazón, un menor riesgo de enfermedades crónicas, una mejor función cerebral y una inflamación reducida. Y es el complemento fundamental para la dieta de la zona 

1. Apoya la salud del corazón

Los beneficios para la salud cardiovascular han quedado demostrados en más de 300 ensayos clínicos. Estos ácidos grasos ejercen efectos beneficiosos como: mejorar los niveles de colesterol y triglicéridos, mejorar el suministro de sangre y oxígeno al corazón, y producir un efecto leve en la disminución de la presión arterial.

2. Reduce la inflamación crónica

Se ha demostrado que reduce los niveles de proteína C reactiva, un marcador de inflamación crónica relacionada con un mayor riesgo de enfermedad cardíaca. La inflamación crónica está relacionada también con el envejecimiento y problemas degenerativos crónicos como el azúcar en sangre, obesidad, diabetes y mala salud de las articulaciones.

3. Mejora la función cerebral y la salud mental

El DHA, juega un papel esencial en la salud cerebral desde el desarrollo cerebral fetal e infantil hasta la salud cognitiva a lo largo de la vida humana. Mejora la función de los neurotransmisores, particularmente la serotonina y la dopamina, que regulan el estado de ánimo y la estabilidad emocional. EPA y DHA son especialmente útiles para apoyar la conexión y comunicación entre las células cerebrales, lo cual es crucial para la memoria y el aprendizaje.

4. Promueve la salud ocular

El DHA y el EPA desempeñan un papel crucial en el mantenimiento de la salud ocular y la reducción del riesgo de diversas afecciones relacionadas con los ojos. El DHA es un componente estructural importante de la retina, la capa sensible a la luz en la parte posterior del ojo responsable de transmitir señales visuales al cerebro.

La retina contiene una alta concentración de DHA, una ingesta suficiente de este omega-3 es esencial para preservar una visión óptima y prevenir enfermedades oculares degenerativas, incluyendo la degeneración macular relacionada con la edad (DMAE) y la retinopatía diabética, que son las principales causas de pérdida de visión en adultos mayores.

La suplementación con aceite de pescado también puede ayudar al glaucoma y al síndrome del ojo seco.

5. Ayudas en la salud metabólica y el control del peso

El EPA y el DHA mejoran el metabolismo ayudando a aumentar la descomposición de la grasa almacenada en ácidos grasos, haciéndolos disponibles para la producción de energía.  Algunos de los otros beneficios para la salud metabólica y el control del peso incluyen aumentar la sensibilidad de las células a la insulina. Cuando las células son resistentes a la insulina, conduce a un aumento de los niveles de azúcar en la sangre y al almacenamiento de grasa, así como a la pérdida del control del apetito. EPA y DHA también influyen en las hormonas clave involucradas en el control del apetito para promover la saciedad.

6. Apoya un embarazo saludable y el desarrollo fetal

El EPA y el DHA también reducen el riesgo de parto prematuro, ya que los estudios muestran que las mujeres embarazadas que consumen niveles más altos de estos omega-3 de cadena larga tienen menores posibilidades de dar a luz antes de las 37 semanas.

También hay muchos beneficios para la madre, los omega-3 de cadena larga también pueden ayudar a la madre a reducir su riesgo de hipertensión arterial y diabetes gestacional.

7. Mejora la salud de la piel

Juegan un papel importante en el apoyo de la función de barrera básica de la piel al ayudarla a mantener la función de barrera de la piel, reduciendo así la sequedad y manteniendo la piel hidratada. Sus propiedades antiinflamatorias pueden ayudar a reducir el enrojecimiento y la irritación de la piel, así como promover la cicatrización de heridas. EPA y DHA también pueden apoyar la producción de colágeno, ayudando a mantener la elasticidad de la piel y prevenir la formación de arrugas.

8. Mejora la salud de las articulaciones y los huesos

El EPA y el DHA promueven la salud de las articulaciones principalmente a través de la reducción de la producción de compuestos inflamatorios que pueden provocar dolor y rigidez, mejorando así la comodidad, la movilidad, el rango de movimiento y la función general de las articulaciones.

La salud ósea también mejora; los niveles más altos de omega-3 de cadena larga se asocian con una mayor densidad mineral ósea, una mejor resistencia ósea y un menor riesgo de fracturas en adultos mayores.

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