Comparto con vosotros un artículo publicado en la revista Los mayores contamos sobre la medicina antiaging.

La medicina antiaging o antienvejecimiento es un enfoque médico que busca prevenir, ralentizar e incluso revertir los efectos del envejecimiento en el cuerpo. Se basa en la combinación de diversas estrategias con el objetivo de atenuar el rastro del tiempo en rostro y cuerpo

 

Con los años, el metabolismo de las células se ralentiza y sumado a los efectos nocivos que ejercen factores externos como la contaminación, las radiaciones solares, los malos hábitos alimenticios, las enfermedades y el estrés, dan como resultado el envejecimiento acelerado de nuestra piel.

La doctora Sagrario Jiménez Morueco, experta en medicina antienvejecimiento, nutrición y sexología, señala:

Envejecer es un proceso natural del que debemos ser conscientes, pero también debemos tener en cuenta que algunos hábitos como el tabaco, el exceso de sol o la mala alimentación van a acelerar el envejecimiento de nuestra piel al favorecer la aparición de determinadas lesiones cutáneas que afectan la apariencia y la función de la piel lo que nos va a hacer aparentar mucha más edad de la que nos gustaría, lesiones que en su mayoría son muy sencillas de eliminar o atenuar, consiguiendo un aspecto mucho más joven y atractivo.

Las principales lesiones cutáneas con la que me encuentro en consulta -afirma la doctora Jiménez – son manchas seniles, arrugas y líneas de expresión, piel seca y adelgazada, arañas vasculares, queratosis seborreica y actínica y elastosis solar, que suelen manifestarse como arrugas profundas en las zonas expuestas al sol y en flacidez y pérdida de volumen.

Una de las técnicas antienvejecimiento más sencillas y rentables es el tratamiento con Luz Pulsada Intensa. Una tecnología láser que se basa en la emisión de pulsos de luz de amplio espectro que penetran en la piel y actúan sobre diferentes estructuras sin dañarla y es capaz de tratar con éxito muchas de las lesiones.

Otros resultados dermatológicos que se obtiene con la IPL – señala la doctora Jiménez- son el rejuvenecimiento cutáneo, ya que estimula el colágeno y la elastina mejorando la textura de la piel, la reducción de los poros dilatados y el tratamiento del acné y de sus marcas o la eliminación del vello facial, que a veces aparece tras la menopausia.

La suavidad del tratamiento con IPL lo convierte en una de las opciones menos agresivas y con un período de recuperación más breve. Los resultados se ven en apenas dos semanas, una opción muy atractiva para los pacientes que buscan mejoras estéticas significativas sin los riesgos asociados a procedimientos más invasivos.

Share on facebook
Share on pinterest
Share on twitter
Share on linkedin
Share on whatsapp