Tratamiento y eliminación de arrugas y surcos
Las arrugas del rostro no son todas iguales y requieren productos distintos.
Aumento del volumen de los labios
Los días de los labios hipertróficos (el denominado efecto “boca de pato”) pasaron hace mucho tiempo. Hoy en día los pacientes son más exigentes y piden al médico estético formas más naturales y adecuadas a la tipología de su rostro. En esta operación ninguna otra molécula puede superar el efecto del ácido hialurónico.
Voluminización de pómulos y mentón, redefinición del contorno del rostro, relleno de mejillas y sienes
A medida que envejecemos, los pómulos pierden prominencia y, como consecuencia de ello, el rostro se aplana; las sienes se vacían; tiene lugar una reabsorción ósea en el área de la mandíbula, con el resultado de que el mentón desaparece y el óvalo del rostro cede. Son casos en los que se requiere un tratamiento de contorno facial y el uso de rellenos que dan volumen. Es un tipo de relleno que se inyecta en profundidad, para remodelar y restaurar los volúmenes, elevándolos desde el interior.
Elevación de los párpados superiores y eliminación de las bolsas y de las ojeras
Con el paso de los años, las zonas de la parte superior del rostro (frente, arco superciliar y párpados superiores) se vacían, perdiendo el tejido adiposo que los llenaba, y ceden. Si se interviene en los primeros signos de flacidez, el relleno a base de ácido hialurónico puede sustituir la intervención quirúrgica de blefaroplastia, devolviendo tono al tejido cutáneo. La ceja vaciada se eleva y la mirada se reabre. En la zona bajo orbital, el ácido hialurónico permite, sin embargo, que las bolsas y las ojeras desaparezcan.
Tratamiento de las cicatrices atróficas y de las consecuencias de acné y varicela
Un tratamiento a base de ácido hialurónico, seguido, tal vez, de un tratamiento ablativo con el láser fraccionado para eliminar las capas superficiales del tejido, permite nivelar la superficie de la piel. El ácido hialurónico estimula tanto los fibroblastos como los queratinocitos y, mientras regenera la piel, mejora su textura, reduciendo la profundidad de las cicatrices.
Corregir las imperfecciones de la nariz (rinomodelación)
Si los problemas son exclusivamente estéticos y no funcionales, la rinomodelación, a menudo, puede sustituir a la rinoplastia quirúrgica. El relleno de ácido hialurónico se puede inyectar en tres puntos: en el puente de la nariz, para hacer desaparecer la «joroba»; en la punta, para una nariz respingona; o en el dorso, en el caso de la denominada «nariz en silla de montar», que presenta aplastamientos o vacíos a rellenar, incluso producidos por una intervención de rinoplastia quirúrgica que no salió como esperábamos.